Þátttaka hinna sjö sannleika í arfleifð okkar
Así como una herencia es válida por los documentos legales que la respaldan para su cumplimiento, de la misma manera, la gran herencia de Dios (es decir, lo que Cristo nos dejó) tiene a la Palabra escrita como su fuente de toda bendición. A medida que dividamos las Siete Verdades Clave, Verdades básicas, y las examinemos en la Biblia, comprenderemos su participación al darnos o proveernos nuestra herencia.
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Las verdades del Tabernáculo declaran el ejemplo de nuestra herencia.
2. Las verdades del Reposo nos proporcionan la experiencia de nuestra herencia.
3. Las Verdades Vencedoras nos ofrecen la entrada de nuestra herencia.
4. Las verdades del calvario nos dan el establecimiento de nuestra herencia.
5. Las verdades del dominio nos otorgan la energía de nuestra herencia.
6. Las verdades de la salvación tripartita nos entregan el enriquecimiento de nuestra herencia.
El Padre nos da su elección (llamamiento) para nuestra herencia, como se ve en la verdad de la justificación.
El Hijo nos da la edificación en nuestra herencia, a través de la santificación diaria. (Jn. 17:17; Hch. 20:32).
El Espíritu nos da las “arras de nuestra herencia”, al llenarnos.
7. Antes de que veamos lo que las Verdades Dispensacionales nos dan, concerniente a nuestra herencia, debemos definir lo que es una “verdad dispensacional”.
Una verdad dispensacional es el estudio del reino general de Dios, en la forma de cuatro Teocracias:
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De Edén a Sinaí.
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De Sinaí al calvario.
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Del calvario al rapto.
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Del rapto al final del Milenio.
En manera sencilla, el reino es la expresión de su herencia. (Lc. 12:31,32; 18:16; Hch. 14:22, etc.).
Así que la Verdad Dispensacional nos muestra la expresión del reino. Como Cristo es el reino, y su vida está derramada sobre nosotros en la forma de cuatro virtudes básicas, vistas en I Corintios 1:30; encontramos el reino cuádruple que ilumina estas virtudes respectivamente.
a. Sabiduría se expresa en la primera teocracia. La creación y el liderato patriarcal la revelan.
b. Justificación se manifiesta en la teocracia de la Ley, vista en la ley.
c. Santificación se revela en la teocracia de la Iglesia, compuesta de santos.
d. Redención, lo que nuestros cuerpos anhelan y la creación también desea, será la virtud básica que se expresará durante la última teocracia.
Cristo es la verdad personificada. Podemos ver estas Siete Verdades Clave personificadas y representadas en el Señor Jesús, precisamente en sus diferentes viajes al monte de las Olivas:
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En un pollino, como rey, Cristo vino para restaurar el Orden Divino en el templo por el camino del monte de las Olivas. (Mat. 21:1; 11:1; Lc. 19).
2. El discurso profético en el monte de las Olivas. El Reposo solamente está en él. Mt. 24.
3. Las vigilias muestran a Cristo como nuestro modelo de vida, el cual es un ejemplo de las Verdades Vencedoras en el monte de las Olivas. (Lc. 21:37; Jn. 8:1).
4. Getsemaní. El Señor ejemplifica las Verdades del Calvario.
5. La ascensión. Cristo da la Gran Comisión. (Hch. 1:12). Las Verdades del Dominio.
6. y 7. La primera venida de Cristo se confundió con su segunda venida, los judíos esperaban a un rey gobernante. En la misma manera, muchos creyentes están hoy confundidos, al no ver a la Esposa. No soy dogmático, pero me parece que en la mitad de los últimos siete años, y en su final, Cristo pasará y regresará al monte de las Olivas: la primera ocasión será a la mitad de la semana profética, cuando Israel, al ser presionado por sus enemigos, pasará por en medio del monte hacia el valle de Acor; la segunda vez será en la venida final de Cristo, cuando todo ojo lo verá y sus pies descansen en el monte de las Olivas. (Zac. 14:4).
Hay muchos otros lugares en la Palabra de Dios donde estas Siete Verdades Clave se ven, por ejemplo, hay siete “señales rojas” en la epístola a los Hebreos que nos advierten a no ser negligentes en estas Verdades, sin embargo, por ahora esto es suficiente.